Fuentes consultadas: Cuadernillo poscosecha-Cambio Rural- Cosar
Postgrado en Nutrición, sanidad y manejo-Proapi 2006
Técnicos del area apicola- Dirección de Producción Animal y Granja.
Ministerio de Economía, Producción y Empleo- Gobierno de la Provincia del Chaco
Para poder llegar bien a la primavera con colmenas fuertes y productivas lo primero que se debe hacer es ver en que estado se encuentran, clasificándolas de acuerdo a la cantidad de cuadros cubiertos con abejas que presentan. Lo que se busca en que sean colmenas de tipo I (con 8 a 10 cuadros cubiertos por abejas) o II (con 5 a 7 cuadros cubiertos por abejas). Esto es de suma importancia debido a que dependiendo de nuestro buen criterio, llegaremos a la salida del invierno con cajones con una buena cantidad de abejas fuertes y bien alimentadas. Las de categoría III se fusionan para evitar perdidas durante el invierno.
Una vez que elegimos que tipo de colmenas vamos a invernar, debemos producir el bloqueo de la postura de la cámara de cría, para que se logre mantener las reservas de polen y miel en la misma cámara. Es común que los requerimientos superen a las reservas de la colmena, lo que hace imprescindible encarar una alimentación artificial con el objetivo de asegurar la subsistencia y cubrir las necesidades alimenticias básicas, durante la invernada. Los alimentos utilizados deben cubrir los requerimientos energéticos solamente sin tener en cuenta el aporte proteico, ya que el propósito es mantener la colonia hasta la temporada de desarrollo poblacional.
La Sacarosa o azúcar común de caña: es el sustituto de la miel mas utilizado, su calidad depende del grado de refinación, la utilización de azucares no refinados, azúcar rubia o melaza no es aconsejable ya que por acumulación de desechos en la ampolla rectal, puede provocar graves trastornos digestivos en las abejas. La relación de azúcar-agua para alimentar es de 2 a 1.
La forma de realizarla es la siguiente: una vez que se elige las colmenas se procede a correr los cuadros con reservas hacia una punta de la cámara y se coloca entre los cuadros de reservas y los que tienen cría un alimentador con un jarabe con la relación azúcar/agua mencionada anteriormente. Posteriormente se coloca un “Poncho”, que no es mas ni menos que un trozo de plástico o lona que cubre los cuadros con cría y el alimentador, esto se hace para mantener la temperatura constante de la colmena.
Si las colmenas reciben en la invernada una dieta rica en azúcares y pobre en proteínas disminuye el largo de la vida de las abejas.
Las reservas energéticas no deben ser confundidas con reservas proteicas, que esto es la cantidad de reservas que van a acumular en sus masa corporales, lo que va determinar el tiempo que van a vivir en invierno (longevidad). Puede ocurrir , y es muy frecuente que entremos a la invernada con buena población de abejas, y en la mitad de la temporada notemos que las colmenas comienzan a perder población. Esto sucede porque no juntaron suficientes reservas proteicas para pasar todo el invierno. El manejo de los espacios es un punto muy importante en la acumulación de reservas, tanto energéticas como proteicas. Si reducimos las colmenas a cámara de cría y todavía existe algo de entrada de néctar, se reducirá el área de postura y todas las abejas que nazcan en la ultima tanda de cría antes del invierno tendrán una buena carga proteica, porque al tener menos cantidad de cría para alimentar, almacenaran el excedente en sus cuerpos y panales y las nodrizas alimentaran en forma eficiente la cría en esta etapa. En casos que el bloqueo no se produzca en forma natural, tendremos que producirlo utilizando jarabe de azuzar al 66 % (2 azúcar/1 agua), la mayor cantidad posible, en el menor tiempo posible. En el caso de los núcleos o colmenas de ocho cuadros de abejas, habrá que reducir espacios con alimentador o poncho cuando comiencen los fríos intensos o, si el pillaje es muy agresivo, habrá que poner guarda piqueras para evitar peleas y muerte entre colmenas.
Varroasis (varroa destructor)
Es una enfermedad parasitaria provocada por un acaro llamado varroa destructor que
debilita progresivamente la población y la predispone a otras enfermedades. Este parasito se nutre de alimento larval y cuando no dispone mas de este alimento, comienza a alimentarse de la abeja en desarrollo. Para no padecer un desabejado importante, se hará el primer tratamiento en el momento que bajamos las colmenas a cámara de cría, antes que termine la entrada de néctar, logrando así controlar la varroa y bloquear en forma natural las colmenas.
Signos clínicos:En infestaciones graves se manifiestan signos clínicos tales como cría salteada, opérculos agujereados, abejas con alas y patas deformadas, abejas con abdomen reducido.
Diagnostico: existen varios métodos. Se recomienda practicar la prueba del frasco, antes y después del tratamiento medicamentoso en el 10 % de las colmenas del apiario. Prueba del frasco: se toman 300 abejas de ambas caras de tres cuadros de cría diferentes de cada colmena. Se introduce agua con unas gotas de detergente y/o alcohol se agita enérgicamente por unos minutos, se filtra y se cuentan la cantidad de abejas y ácaros. La proporción de ácaros sobre la cantidad de abejas examinadas, multiplicando por 100 nos da el porcentaje de infestacion de la colmena.
N° de ácaros
----------------X 100 = % de infestacion.
N° de abejas
Este examen debe realizarse cuando no existe cría; de lo contrario debe calcularse que alrededor del 70 % de los ácaros se encuentran dentro de la cría, al momento de calcular la población final de ácaros.
No se debe esperar la aparición de los signos clínicos. La varroasis es una enfermedad endémica y debe ser controlada. Si al comparar diagnósticos ante y post tratamiento no encuentra diferencias, consulte a un técnico especializado
Tratamiento: Utilizar productos autorizados por el SENASA, respetar las indicaciones de uso. Alternar los productos de diferente composición química. Realizar los tratamientos en forma conjunta con vecinos. Suspender los tratamientos, al menos 8 semanas antes de colocar las alzas melarias
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